Representantes de plantas de procesos, organizaciones de la sociedad civil, empresas exportadoras nacionales e importadores internacionales de productos del mar, participaron de un encuentro de enlaces de mercado en modalidad híbrida organizado por el Centro de Pesca Sustentable (CPS). El objetivo de la jornada fue iniciar un trabajo colaborativo que garantice la sostenibilidad del calamar gigante a largo plazo, respondiendo a las demandas de mercados internacionales.
La jibia o Dosidicus gigas por su nombre científico es uno de los cefalópodos más abundantes y de mayor tamaño que se puede encontrar en las costas del país, así como también en Perú y Ecuador. Su carne es ampliamente valorada en mercados exteriores y se vende refrigerada y congelada en tubos o anillos para diferentes preparaciones.
Según datos del Anuario Estadístico de Pesca, Chile registra un desembarque anual promedio de 130 mil toneladas de este recurso y su captura se ejecuta solo con el aparejo de pesca potera. En la actualidad, gran parte de las capturas de calamar gigante en Chile se exporta a mercados internacionales, entre los que destacan países europeos y Estados Unidos.
“Los importadores internacionales presentes en la jornada indicaron que la mayoría de los comercializadores de pescados y mariscos en Europa y Estados Unidos han establecido que para 2030 el 90% o el 100% de su abastecimiento va a ser solo de pesquerías certificadas o que estén en Proyectos de Mejoras Pesqueras (FIP). Nuestra estrategia como CPS, es preparar a las pesquerías artesanales chilenas para que no se queden fuera de estos mercados a futuro. Si no comenzamos a trabajar por la sostenibilidad de los recursos, cuando llegue 2030 estos mercados centrarán su abastecimiento desde Perú y Argentina, que ya han iniciado FIP. Lo mismo puede pasar con Japón y Corea del Sur: si ellos endurecen sus políticas de abastecimiento sostenible, no solo los mercados de Estados Unidos y Europa podrían estar en riesgo, si no que también una parte importante del mercado asiático”, comentó Miguel Espíndola, director de Conservación Oceánica de Pesca Sustentable.
Colaboración: la clave para avanzar
Sindy Parraguez, representante legal y comercial de Matsuoka Co., Ltd. en Chile y Sudamérica, participó del encuentro y destacó el lugar primordial que las empresas exportadoras hoy le dan a la sostenibilidad: “Los clientes japoneses tienen interés en saber cuánto recurso se captura, si están registradas las embarcaciones y si existen estudios asociados a la biomasa actual. Demostrar prácticas sostenibles abre mercados y te mantiene en ellos, de lo contrario hoy pierdes negocios y clientes”, comentó.
El encuentro buscaba abrir las primeras conversaciones para trazar un plan que permita trabajar a mediano y largo plazo a través de un Proyecto de Mejora Pesquera (FIP). En esta oportunidad se presentaron los principales lineamientos de este esfuerzo colaborativo entre los distintos actores de la cadena de suministros para mejorar la sostenibilidad de una pesquería.
En una etapa inicial, el Proyecto de Mejora Pesquera analiza el estado de sostenibilidad de la pesquería frente al estándar del Marine Stewardship Council (MSC) de acuerdo a ciertos indicadores, por ejemplo, los que tienen que ver con la condición del recurso objetivo como el estatus o el impacto ecológico Si un recurso está en condición de sobreexplotación, ese indicador va ser evaluado en una condición crítica, lo mismo si generan daño en el hábitat o capturan especies protegidas.
En el caso del calamar gigante, hace algunos años se hizo un análisis de su condición, aunque se debe revisar: “En la actualidad no hay un plan de manejo ni un comité de manejo activo, además, de acuerdo a la Subsecretaría de Pesca, el recurso está en condición de sobreexplotación. Estos elementos ya dan cuenta de algunos indicadores críticos en los que habría que trabajar, pero va a depender mucho de la intención e interés de los actores principales para involucrarse en el proceso”.
Próximos pasos
Después de este primer encuentro, el objetivo es seguir fortaleciendo la participación de la cadena de suministros de calamar gigante en Chile. “Además nos interesa involucrar al Estado. En Chile no necesariamente hay interés en procesos de certificación, pero si hay un compromiso muy importante en que las pesquerías alcancen un nivel de sostenibilidad, entonces confiamos en que podamos tener las puertas abiertas para que se sumen al proceso”.
Para finalizar, Carmen González, directora de mesas sectoriales de calamares y potas de Sustainable Fisheries Partnership (SFP), valoró la instancia: “Hemos tenido representantes del mercado internacional de Japón, España y Estados Unidos y los tres son optimistas en la oportunidad que tiene Chile de involucrarse en este proyecto”, comentó.
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