• Cada año la Subsecretaría de Pesca publica un informe que da cuenta del estado de las pesquerías en el país. La información es muy útil para evaluar la condición de los recursos del mar y tomar medidas para la sostenibilidad de los océanos.
  • Entre las especies amenazadas se encuentran recursos como el congrio dorado y la merluza común, dos de los más demandados en Chile.

Un 53% de las principales pesquerías nacionales se encuentran en condición de sobreexplotación o colapso según un informe publicado por la Subsecretaría de Pesca en marzo de 2024. El Estado de situación de las principales pesquerías chilenas se publica cada año desde 2012 y proporciona una visión del panorama actual en este ámbito incluyendo información sobre el estado de los recursos pesqueros, las capturas, las medidas de manejo y conservación, así como también las tendencias y desafíos en el sector.

En este documento la institucionalidad da cuenta de los principales esfuerzos por cuidar los ecosistemas y, en esta oportunidad, se destaca la estrategia de manejo pesquero con enfoque ecosistémico implementada.

¿En qué consiste este enfoque y por qué ha cobrado fuerza durante los últimos años? Miguel Espíndola, director de Conservación Oceánica de la ONG Pesca Sustentable, señala que este modelo de gestión involucra factores que permiten desarrollar acciones de análisis y ordenación con una óptica más integral.

Un ejemplo es la estrategia aplicada en Chile para peces pelágicos -aquellos que hacen su ciclo vital cerca de la superficie, como por ejemplo las sardinas y anchovetas- que son utilizadas principalmente para la producción de harina de pescado.

“En esta pesquería se ha hecho un esfuerzo interesante para entender sus efectos no solo en la especie objetivo, sino que también para considerar cómo afecta a otras especies que se alimentan de este recurso como mamíferos marinos y aves. A nivel mundial se ha puesto el ojo en poner puntos de referencia más estrictos en esas pesquerías porque tienen esta función de transferir energía a organismos mayores”, comenta Espíndola.

Además de considerar las interdependencias ecológicas entre especies y su relación con el ambiente este modelo toma en cuenta los aspectos socioeconómicos vinculados con la actividad. “En nuestro país desde 2012 se han hecho avances significativos en esta materia con la conformación de los Comités de Manejo y los Comités Científicos, donde hay todo un sistema de administración que genera recomendaciones a partir de la ciencia y el conocimiento de los propios pescadores. Esto permite que las decisiones se tomen de forma mucho más informada que antes”, comenta.

Otros factores: fenómenos climáticos

Este informe también considera los factores medioambientales que influyen en la productividad de los océanos. Para 2024 señala que existe una probabilidad del 55% de que se desarrolle La Niña entre los meses de junio y agosto, un fenómeno que causa enfriamiento anormal de las aguas ecuatoriales del Océano Pacífico Tropical.

En estos periodos se podrían esperan aguas más productivas, pero con las condiciones actuales no se pueden predecir con certeza sus efectos: “En otras oportunidades se detectó un incremento de las poblaciones de peces pelágicos en esta fase, pero hay que estar atentos a todos los factores que influyen”, indica Miguel Espíndola.

Consumo responsable: una alternativa para contribuir

El Estado de situación de las principales pesquerías chilenas da cuenta de las especies que se encuentran en situación de sobreexplotación o colapso, condición la que se encuentran especies como el congrio dorado y la merluza común, dos de los más demandados en Chile.

De acuerdo a un informe publicado por Oceana en 2022, las especies más consumidas en Chile son los moluscos, la reineta, la merluza común, el salmón y los crustáceos, una variedad muy limitada considerando que el país cuenta con 172 especies disponibles para alimento.

La diversificación en el consumo de productos del mar podría ser muy importante en términos de soberanía alimentaría, así como también para la sostenibilidad de los recursos. La ONG Pesca Sustentable se encuentra trabajando en una plataforma abierta a la ciudadanía de consulta sobre productos del mar “La metodología que utilizamos para clasificar a las especies ha sido validada por otras organizaciones e instituciones. El objetivo es ofrecer una herramienta que entregue un criterio científico claro para apoyar las decisiones de compra de la población de acuerdo al riesgo de sostenibilidad de los productos”.

El lanzamiento de la plataforma Futuro Azul se proyecta para fines de mayo de 2023, coincidente con la celebración del mes del mar.