- Según Futuro Azul, la plataforma que guía decisiones de compra más responsables en productos del mar, los consumidores desempeñan un papel clave en el cuidado de los océanos.
Con 6.435 kilómetros de costa y más de 170 especies marinas disponibles para el consumo, Chile podría ser un referente en sostenibilidad oceánica. Sin embargo, la realidad es otra: el 50% de los pescados, mariscos y algas analizados por Futuro Azul, una plataforma abierta creada por la ONG Pesca Sustentable, se encuentran en una situación crítica de sustentabilidad.
“Esto significa que, por distintos factores, su disponibilidad futura está en riesgo. Por ejemplo, en el caso de la reineta, identificamos desafíos en dos dimensiones: la abundancia de su población y su gestión. Esta última se refiere al conjunto de medidas acordadas por pescadores y representantes del sector público y privado para proteger los recursos marinos”, comenta Gonzalo Araya, director de la ONG Pesca Sustentable.
Algo novedoso es que, además de considerar la salud y abundancia de la especie, esta plataforma toma en cuenta otros factores que influyen en la sustentabilidad de los alimentos del mar. Entre ellos se encuentra el manejo de la pesquería -cuán eficaz es la gestión, es decir si hay regulaciones y medidas de administración para cuidar al recurso; y el impacto en el hábitat y en la captura accesoria, que evalúan si las técnicas de pesca afectan directa o indirectamente a otras especies y el ecosistema.
Información al alcance de todos
La ONG Pesca Sustentable lleva más de diez años desarrollando proyectos para mejorar las condiciones de la pesca artesanal y sus prácticas. En esta línea, Gonzalo Araya explica: “La pregunta que más nos llegaba era cómo saber qué alimentos del mar es mejor consumir. Lamentablemente no teníamos una respuesta clara, porque los datos disponibles eran insuficientes. A nivel nacional, no existía un criterio científico riguroso para determinar si un producto del mar extraído en Chile era o no sustentable”.
Además, advierte: “Esto ha permitido que algunos restaurantes se apropien del concepto de sustentabilidad como estrategia de marketing, sin asumir un compromiso real para avanzar hacia un abastecimiento más responsable”.
Para responder a estas interrogantes nace Futuro Azul, una plataforma interactiva abierta a la comunidad que permite conocer el estado de sustentabilidad de los productos del mar en Chile. A través de fichas por especie, ofrece detalles sobre el nivel de riesgo ambiental, los tipos de pesca y su impacto en el ecosistema.
“Así, una persona que va a un restaurante o pescadería puede consultar la plataforma y decidir qué comprar. Por ejemplo, podría preferir un pastel de jaiba, un pulpo a las brasas, un chupe de jibia o una albacora a la plancha, entre otras opciones de especies clasificadas como buena elección desde el punto de vista de la sustentabilidad”, agrega Gonzalo Araya.
Para trabajar en los desafíos de la cadena comercial, Futuro Azul cuenta con un programa de embajadores, que es un espacio comercial donde converge la pesca artesanal, restaurantes, pescaderías y comercializadoras en un programa de mejoras para su abastecimiento y prácticas.
El rol de los consumidores
Además de seguir las recomendaciones de Futuro Azul, los consumidores pueden tomar otras medidas para contribuir a la conservación de los océanos. Gonzalo Araya enfatiza que respetar los tamaños mínimos de pesca es clave para evitar malas prácticas: “Una merluza pequeña (de menos de 35 centímetros) no ha tenido tiempo suficiente para crecer y reproducirse antes de ser capturada. Si se pesca antes de alcanzar ese tamaño, la población no logra reponerse, lo que puede llevar al colapso”.
En este sentido, las decisiones de compra juegan un papel fundamental: “Si dejamos de comprar merluzas pequeñas en las pescaderías, incentivamos que más pescadores se enfoquen en una pesca selectiva que priorice la captura de ejemplares de mayor tamaño”.
Encuentra toda esta información y contribuye al futuro de los océanos en futuroazul.org.
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